Varias declaraciones en el juzgado precedieron a la orden de ingreso en prisión preventiva que se dictó el pasado miércoles y que afectó al hombre que fuera interventor de una sucursal en Santa Eulària del Banco de Crédito Balears donde la entidad detectó la desaparición de algo más de 1.050.000 euros.

El sospechoso, que al verse descubierto terminó reconociendo su acción irregular, justificó la 'desaparición' de la mayor parte de dinero en juegos de lotería, al parecer en boletos de la Primitiva. Éste, sin embargo, como ya se ha venido informando estos días, ha asegurado en todas sus declaraciones que no se apropió de tanto dinero como se le imputa. La orden de ingreso en prisión provisional, solicitada por el fiscal al titular del juzgado de Instrucción número 4, Santiago Pinsach, no se fundamentó únicamente en el riesgo de fuga que se apreció al no aparecer nada del dinero supuestamente sustraído. Nuevos datos han permitido conocer que de las declaraciones de dicha persona en calidad de imputado se extrajeron distintas contradicciones que apoyaban las sospechas sobre la veracidad de sus palabras. El banco, al parecer, llegó a realizar dos auditorías sin descubrir un 'agujero' que finalmente fue localizado tras investigarse los procedimientos para el abastecimiento de los cajeros automáticos. Todo quedó claro a finales de noviembre. El incierto paradero de la citada suma ha motivado una investigación en los distintos negocios del acusado, hecho que ha afectado a su socios y a su entorno. Al menos seis personas, incluido el propio interventor, han tenido que declarar como imputados por si también pudieran estar relacionados con falsedades documentales y alzamientos de bienes después de que se supuestamente se hicieran operaciones de venta con las participaciones de estas empresas. Los imputados no ligados al banco dijeron desconocer lo ocurrido en la sucursal y el interventor manifestó que vivía 'al límite' con lo que tenía.