EFE-PARIS

El hallazgo ayer del cadáver de un bebé, cuyo sexo se desconoce, entre los escombros del hotel parisiense arrasado por un incendio el viernes pasado eleva a 22 las víctimas mortales de esa tragedia, de las cuales la mitad eran niños, informó la Prefectura de París. 31 heridos en ese incendio, de los cuales quince son niños, siguen hospitalizados, nueve de ellos en estado grave, informaron fuentes de la Asistencia Pública de Hospitales de París (APHP).

Mientras tanto, una treintena de bomberos continuaba ayer la búsqueda de nuevas posibles víctimas entre los escombros del edificio, situado en el muy turístico barrio de la Opera.

Debido a la peligrosidad del sitio, los bomberos han debido apuntalar la escalera del inmueble para poder avanzar en sus inspecciones ante el riesgo de derrumbes. El hotel «París Opera», situado en los aledaños de los grandes almacenes parisienses, acogía en su mayoría a familias de inmigrantes, especialmente africanas, alojados allí por los servicios sociales estatales y municipales. Tras la tragedia, las asociaciones de defensa de los inmigrantes y del derecho a alojamientos dignos han acusado a las autoridades de instalar a familias de extranjeros en sitios insalubres. La Asociación por el Derecho al Alojamiento y Derechos Adelante han convocado una manifestación.