El acusado, un hombre de mediana edad con muchos años de residencia
en la isla y en la actualidad con domicilio en el municipio de
Eivissa, fue presentado ayer por la policía en el juzgado después
de que su mujer denunciara en Comisaría que había sido objeto de
amenazas delante de su hija, una chica adolescente.
Según la información recogida por este periódico, la afectada
detalló, al menos en su declaración en las dependencias policiales,
que su miedo se veía agravado porque su pareja, natural del País
Vasco, había pertenecido a ETA Político-militar. El testimonio de
esta misma persona, una vez el caso en el juzgado, sin embargo, no
ha trascendido.
El sospechoso, pese a la existencia de esta primera denuncia,
quedó al parecer libre después de que la propia mujer no reclamara
ante el juez que se adoptara ninguna media cautelar contra su
compañero. De esta circunstancia se deduce que dicha persona
modificó su declaración en el juzgado y que, ante el juez, dejó
claro que ahora ya no tenía ese supuesto miedo que se hizo constar
en el atestado policial.
El acusado, por su parte, negó los hechos que se le imputaban.
Éste, sin embargo, tendrá que comparecer en los próximos días ante
uno de los dos juzgados de lo penal de la isla para que se
esclarezca todo, enfrentándose a diez meses de prisión que de
primeras requiere como pena el ministerio fiscal.
ETA-Pm, una escisión de la banda terrorista en 1974, abandonó la
denominada lucha armada en 1982. Una parte de sus miembros
decidieron ingresar en la facción militar de la organización.
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