El pesquero recuperó parte de la cabina, una rueda y trozos de metal y plástico quemados probablemente justo antes de estrellarse.

La embarcación de arrastre Faro II, con base en la ciudad alicantina de Jávea, salió a faenar el pasado jueves y regresó a puerto sin un sólo pescado en sus redes. A cambio, los pescadores llegaron a tierra con parte de un avión de la Segunda Guerra Mundial.

En un principio, el Ayuntamiento de Jávea ha decidido llevar las piezas del avión a la sala Central Cinema y, una vez que se hayan limpiado, trasladarlas al museo de la ciudad para ser expuesto. La pesca, según el diario Las Provincias, se produjo entre las nueve y las 14 horas, muy cerca del canal al que suelen acudir los arrastreros de la zona a pescar, principalmente, gambas. Se trata de una zona en la que se han producido numerosos e interesantes hallazgos relacionados con la II Guerra Mundial entre los años 1991 y 1994. El patrón del Faro II, José Cartes, y el resto de la tripulación llegaron a puerto atónitos por el hallazgo que supuso la faena del día, en la que las redes quedaron destrozadas.

El hallazgo se produjo a 20 millas al oeste de Vedrá. Las redes atraparon varias piezas de este aparato, probablemente un caza de tipo Messerchmitt Bf-110B-01, según los primeros indicios.

Concretamente, capturaron la cabina, una rueda, unas chapas de zinc del fuselaje y placas de plástico muy deterioradas por la corrosión y, probablemente, por un incendio.

El Ayuntamiento de Jávea ha decidido estudiar los restos del avión, que fueron recogidos por la red del pesquero a 400 brazas de profundidad, unos 660 metros, con el fin de determinar el modelo e intentar averiguar qué hacía este caza nazi por la zona.