El coche del policía nacional arrestado fue requisado por la Policía Local de Eivissa ayer por la mañana.

La Policía Local de Eivissa ha detenido a un agente del Cuerpo Nacional de Policía que ayer por la mañana embistió, presuntamente, con su coche a un motorista y se dio a la fuga. Los agentes de la Policía Local encontraron poco después al policía nacional y le quisieron someter al test de alcoholemia debido a que, al parecer, mostraba signos de embriaguez, a lo cual se negó, por lo que fue detenido bajo la acusación de desobediencia a la autoridad. Ante la juez, el detenido aseguró que no se produjo ningún choque entre su coche y la moto. Fue puesto en libertad y tan sólo queda pendiente los resultados de sus análisis de sangre realizados con el fin de averiguar si conducía ebtrio. El arrestado es el policía nacional E.G.G., el mismo que en mayo de 2003 agredió, supuestamente, a un agente local, un incidente por el que el comisario Àngel Marí solicitó la suspensión de empleo y sueldo y el Ayuntamiento de Eivissa su expulsión. Finalmente, según indicó en su momento el propio comisario, hubo que reincorporarlo al cuerpo a las 24 horas de cometer la presunta agresión porque Madrid no respondió a la petición de Marí. Precisamente, el motorista que supuestamente fue embestido ayer por el policía nacional era un agente de la policía local, A.G.A., que reconoció a E.G.G. Al parecer, los hechos ocurrieron a las 6'45 de la mañana de ayer a la altura del número 4 de la calle Bartolomé Roselló. Ninguno de los dos agentes de estaba de servicio. El policía local acudía al trabajo. Supuestamente, el coche, un Opel Vectra, embistió por detrás a la moto, una Kawasaki de 600 centímetros cúbicos, y se fugó. El motorista logró guardar el equilibrio y no sufrió daños. Debido al golpe, a la moto se le rompió uno de los estribos. Por lo visto, tampoco el conductor del coche sufrió heridas de ningún tipo. Tras este incidente, los agentes de la Policía Local localizaron el Opel Vectra y a su conductor a la altura del número en la calle Aragón. Fue entonces cuando se negó a someterse a la prueba de la alcoholemia. Los agentes locales le esposaron, le llevaron al retén policial, después al hospital de Can Misses y finalmente al juzgado, donde declaró ante el juez y en forensía le practicaron los análisis.