Las autoridades haitianas informaron que sepultarán en fosas comunes a las víctimas de las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Jeanne, que dejó 711 muertos, 1.000 desaparecidos y 250.000 personas que debieron abandonar su hogar, en el país más pobre del continente.

«Debido al estado de los cadáveres, hemos decidido enterrar a los muertos en fosas comunes«, dijo el ministro del interior Herard Abraham. En la ciudad norteña de Gonaives, donde fallecieron 600 personas, las morgues se estaban quedando sin espacio y los cadáveres se estaban descomponiendo debido al calor del Caribe.

Mientras se aceleraban las operaciones de asistencia, el gobierno temía que la cifra de muertes aumentara aún más, a medida que los equipos de rescate logran llegar hasta áreas que permanecen aisladas por el agua o el barro. Solo en Gonaives «tenemos 600 muertos, 1.000 desaparecidos, la mayoría pueden considerarse muertos y 384 heridos, unas 160.000 personas siniestradas y hay 400 casas destruídas«, dijo este miércoles el primer ministro haitiano Gerard Latortue a la radio francesa France Info.

«Temo que estas cifras se incrementen, ya que hay áreas que aún son inaccesibles«, indicó Hans Havic, de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Funcionarios gubernamentales manifestaron que hay cuerpos que fueron arrastrados por el agua, algunos de los cuales aparecieron en la isla La Tortue, la segunda más grande del país, que sufrió pocos daños. Además de las muertes, unas 400 personas estaban heridas, muchas debido a caídas de techos. Las inundaciones obligaron a 250.000 personas a abandonar sus casas.