Un hombre de nacionalidad española se lanzó ayer a mediodía al agua
desde el fast ferry «Federico García Lorca» cuando navegaba en mar
abierto y pudo ser rescatado por la propia tripulación del barco,
que sufrió en su ruta un retraso de más de media hora a causa del
incidente. El hombre, de unos 30 años, resultó ileso, lo cual,
según Baleària, la compañía propietaria del «Federico García
Lorca», debe atribuirse a la buena labor realizada por la
tripulación del ferry.
Según testigos presenciales, el hombre había discutido con su
compañera, que también viajaba en el barco, y por este motivo,
súbitamente, decidió lanzarse por la borda. La pareja se encontraba
en el bar de popa del «Federico García Lorca», donde existe una
puerta que permite el acceso a cubierta, ya que tan sólo tiene una
cadena que prohíbe el paso. En este fast ferry, que navega a 35
nudos (unos 65 kilómetros por hora), está prohibido salir a
cubierta. El joven, por tanto, se lanzó al agua desde la popa, que
alcanza los diez metros de altura, y los clientes de la cafetería
dieron la voz de alarma. Las autoridades del barco pusieron en
marcha la operación de «hombre al agua» y viraron, al tiempo que
encargaban a miembros de la tripulación que no perdieran de vista
al hombre, que nadaba entre la gran estela de agua que levanta el
«Federico García Lorca». La tripulación también lanzó al mar unas
boyas de señalización y botó una barca de salvamento, que pronto
logró acercarse al joven. Sin embargo, cuando los tripulantes del
bote le lanzaron un salvavidas de aro, el náufrago se negó a
agarrarlo y subir a bordo. Los tripulantes del bote salvavidas le
pusieron en contacto mediante radiocomandos con la mujer con la que
había discutido y que viajaba en el barco. Finalmente, tras la
conversación con la mujer, el hombre aceptó subir al bote
salvavidas y, de allí, fue llevado de nuevo al barco, donde los
agentes del Cuerpo Nacional de Policía que navegan en verano en el
«Federico García Lorca» lo esposaron y custodiaron hasta la llegada
a puerto. El ferry cubría la línea Eivissa-Denia. Partió a las once
de la mañana del puerto de Eivissa y, a unas diez millas de es
Vedrà ocurrió el incidente, que duró casi media hora. El barco
llegó a Denia a las 13,55, casi una hora después de lo
previsto.
Desde Baleària dijeron ayer que están estudiando interponer
acciones legales contra este joven por el retraso que ocasionó y
por el gasto que supuso tener que salvarle la vida.
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