La playa de Benirràs, en Sant Joan, fue el escenario de esta fiesta durante varios años.

El Grupo Verde Europeo solicitó al Ayuntamiento de Sant Joan, gobernado por epopular Antoni Marí Marí, que se le concediera la organización de la fiesta de los tambores de Benirràs, una petición que el alcalde denegó, en resumen, por motivos de seguridad. «El alcalde (...) no accedió a la petición presentada por el Grupo Verde Europeo (...). La alcaldía hace constar teniendo en cuenta las características: es zona protegida, escaso aparcamiento, peligro de incendio, caos circulatorio, accesos para emergencias bloqueados, suciedad que dejan los asistentes. (...) Todas estas razones expuestas para denegar la fiesta son comprensibles y necesarias y nosotros mismos las defendemos y hay que exigirlas», dicen desde el Grupo Verde Europeo en un comunicado. «Pero queremos recordar que el Grupo Verde Europeo solicitó permiso para la organización de esta fiesta de una forma ordenada y planificada con las medidas de prevención necesarias. Manifestábamos que los coches no podían descender a la playa, control policial en la carretera, no hacer fuegos, limpiar el lugar una vez finalizado, etcétera. Por lo tanto esta contestación [los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento de Sant Joan para impedir la celebración de la fiesta] no corresponde a lo solicitado» critican desde este partido que utiliza el ecologismo como bandera. «Lo que sí entendemos y el alcalde de Sant Joan tiene razón», continúan desde el Grupo Verde Europeo, «es que había poco tiempo para tramitar la documentación necesaria, correcto, pero no contesten lo que no es. Nosotros queremos negociar con tiempo suficiente», concluyen los ecologistas.

JOSÉ MARÍA ALONSO
La Guardia Civil ha impedido un año más la celebración de la denominada fiesta de los tambores de Benirràs, así como la conocida como fiesta de la luna de agosto que también se pretendía celebrar en esta misma playa del norte de la isla.

Se trata del cuarto año consecutivo en el que la Guardia Civil se encarga de aguar la fiesta a centenares de personas que pretendían tocar los tambores por la paz en la playa de Benirràs por la noche. La Benemérita actúa por orden de la dirección insular, a quien previamente se dirige el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí, que todos los años prohíbe la celebración de estas fiestas en la playa de Benirrás por tratarse «de una zona protegida, con escaso aparcamiento y, en caso de masificaciones, se bloquean los accesos a viviendas de la zona y a la playa, lo cual en caso de emergencias impide la entrada de vehículos especiales, como ambulancias y bomberos». Éstas son las razones que alega el alcalde de Sant Joan en un decreto del pasado 27 de agosto para impedir la celebración de la fiesta de los tambores en respuesta a una petición del Grupo Verde Europeo para organizar esta celebración.

«Se impidió el día de la tamborrada y también la fiesta de la luna llena porque el Ayuntamiento de Sant Joan ha prohibido su realización. No hubo ningún incidente reseñable», resumió ayer el director insular de la Administración General del Estado en las Pitiüses, José Manuel Bar.

Al parecer, la simple presencia de los agentes de la Guardia Civil en los tres posibles accesos que conducen a la playa de Benirràs sirvió para disuadir a quienes pretendían tocar los tambores por la noche en este punto de Eivissa. «Es difícil saber cuánta gente se congregó para la tamborrada, pero seguro que menos que otros años, tal vez por los avisos que realizó el Ayuntamiento», apuntó ayer el director insular. Estas dos fiestas son, en palabras del alcalde Marí Marí, «fiestas clandestinas» que, no obstante, se han celebrado en la isla durante años.