Un conductor checo ha sido condenado a un año de cárcel después de
que bebido se estrellara contra un vecino de Sant Joan que sufrió
heridas muy graves como consecuencia del accidente. Dicha persona
tampoco podrá volver a conducir ningún tipo de vehículo a motor en
el plazo de un año y tres meses.
El juzgado de lo Penal número 2 ha considerado probado que J.P.,
natural de Praga y 42 años, fue responsable de un delito de
lesiones imprudentes después de ahora hace casi seis años
colisionara contra el turismo en el que circulaba un vecino de Sant
Joan que quedó malherido tras el impacto. La investigación que
realizó la Guardia Civil de Tráfico acreditó que el acusado no sólo
invadió el carril contrario de la carretera sino que además
conducía después de haber ingerido bebidas alcohólicas. El juez, al
respecto y tras analizar el caso, considera que J. P, iba al
volante con sus facultades físicas y mentales disminuidas por el
consumo de alcohol. Las etilometrías a las que fue sometido el
supuesto conductor infractor se saldaron con tasas 0,78 y 0,73
miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
El accidente sobre el que ahora ha decidido la Justicia española
tuvo lugar poco antes de las once de la noche del pasado 16 de
septiembre de 1998. El Seat Toledo en el que iba el conductor
procesado sobrepasó el carril contrario de la carretera que une
Sant Joan con el valle de Morna justo en el punto kilométrico
2,800. Dicha acción provocó una colisión con un Seat Panda que
circulaba correctamente por su carril.
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