Los agentes Angel y Jesús en el hospital de Can Misses con la feliz familia.

J.J.M./J.M.A.
Un agente de la Policía Local de Sant Antoni contribuyó decisivamente en la madrugada de ayer al nacimiento en el municipio de Sant Josep de una niña, que será bautizada como María. El agente Angel Luna, junto con un grupo de compañeros de este Cuerpo, se movilizaron al recibirse en el retén una desesperada llamada de auxilio de un hombre que desde un piso de la Avenida de Sant Agustí, informaba de que su mujer se había puesto de parto.

«Cuando llegamos a la casa todo el mundo estaba muy nervioso. Tenía ya la cabeza fuera pero pensábamos que podía ahogarse. Así que decidimos sacarla», explicó ayer el agente Luna con la satisfacción de haber realizado uno de sus mejores servicios.

«Creo que hubiera nacido de todas maneras pero me alegro mucho de todo lo que hice, incluso de haberme saltado las reglas por haber actuado fuera de nuestro municipio. La urgencia lo requería», añadió. Tras tranquilizar a la madre, una joven peninsular residente en la bahía de nombre Catalina y que ya tenía otro niño pequeño, el policía con la ayuda del padre sacó al bebé y lo puso sobre la mujer. «No le cortamos el cordón umbilical porque avisaron de que ya venía el medico». Instantes después, una ambulancia evacuaba a Catalina y a su hija María del séptimo piso en el bloque uno del edificio «El Ruedo». El suceso ocurrió sobre las seis y media de la madrugada, cuando precisamente en el retén se procedía al cambio de turno. La llamada puso en alerta tanto a los agentes que concluían su trabajo como a los que se incorporaban.