«Estábamos convencidos de que íbamos a levantar Ku. Era el negocio
de nuestras vidas. Estábamos preparando una suspensión de pagos
cuando dos socios presentaron la quiebra y lo jorobaron. Todo el
mundo sabía en Eivissa que éramos gente honrada y cumplidora. Si
hubo problemas con los créditos fue porque Santamaría apareció en
un sumario con drogas y el banco se echó para atrás con el
préstamos de 400 millones».
Este es el testimonio de Javier I.S., el empresario donostiarra
que junto con José Luis A.A. y el asesinado por ETA José Antonio
Santamaría dirigían los designio de la mítica discoteca de Sant
Rafel que con nuevo capital y empresarios pasó en los años 90 a
llamarse «Privilige».
Los dos primeros tuvieron que comparecer ayer ante la Audiencia
Provincial para responder de un caso por quiebra fraudulenta que
este mismo tribunal reabrió después de que un juzgado de la isla lo
sobreseyera.
Los síndicos de la quiebra, en representación de la firma Angime
S.A., sentaron a ambos empresarios en el banquillo después de haber
presentado un escrito de acusación en el que se les pedían a cada
uno de ellos una pena de seis años de prisión y el pago conjunto de
600.000 euros.
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