Los sospechosos pudieron ser juzgados a los pocos días de su
detención gracias a la nueva normativa de juicios rápidos. Esta
circunstancia afectó tanto los que aceptaron una pena de
conformidad tras su inmediato paso a disposición judicial como
aquellos que no lo hicieron y comparecieron una semana después ante
las responsables de alguno de los dos juzgados de lo penal de las
islas.
El aumento de casos que se están viendo por violencia doméstica
no es una hecho exclusivo en las Pitiüses. Está ocurriendo en toda
España después de que la nueva normativa contemplara considerar
como delito hechos que antes se consideraban simple faltas. Todo
ello está yendo parejo al aumento de denuncia que se están
recibiendo en los juzgados y en los retenes policiales.
En Eivissa, raro es el día en que bien el juzgado de guardia o
bien un juzgado de lo penal tienen que decidir sobre uno de estos
casos.
En el plazo aproximado de un mes, hasta una veintena de personas
han comparecido a juicio por una acusación de malos tratos. Sin
contar las que quedan pendiente de sentencia, doce de ellas han
sido condenadas y dos han sido absueltas.
Los jueces de Eivissa también están aplicando la nueva normativa
por la que se sustituye las penas de cárcel por la expulsión del
país durante diez años para aquéllas personas que carecen de
papeles de estancia en regla.
Cuatro de los acusados, incluida una mujer rumana embarazada que
clavó un destornillador a su pareja, se han visto afectados por
esta ley. Los jueces también dictaminaron la expulsión de un
marroquí de 18 años que encerraba en su casa a su pareja y el de un
sudamericano que fue sorprendido golpeando a su novia en plena
calle Madrid de Eivissa. La mayor parte de los fallos establecieron
penas de un año de cárcel con las consiguientes prohibiciones de
acercamiento y uso de armas. Casi todos se refirieron a golpes que
sufrió la víctima.
En una de estas peleas una mujer sufrió una fractura de tobillo.
También fue visto como causa de malos tratos la agresión que sufrió
recientemente un bebé de 14 meses. La justicia condenó al agresor a
cumplir una pena de ocho meses de cárcel.
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