Un tren que transportaba explosivos estalló en un estación de Corea del Norte, mató a 150 personas e hirió a más de 1.000, según empleados de organizaciones de ayuda. Los medios de comunicación norcoreanos no han mencionado la explosión, que ocurrió el pasado jueves, pero el aislado estado comunista solicitó formalmente ayuda de la ONU y ha aceptado ofrecimientos de organizaciones caritativas. Un equipo internacional de trabajadores humanitarios llegará el sábado a la zona del desastre.

La explosión en la estación Ryongchon se produjo nueve horas después que del paso de un tren que transportaba al presidente Kim Jong-il, y mató a algunos niños en el pueblo situado cerca de la frontera de Corea del Norte con China, dijo en Pyongyang una empleada irlandesa de una organización humanitaria.

«Ellos (las autoridades norcoreanas) han dicho que 150 personas murieron en la explosión, entre ellas algunos escolares, algunos edificios se derrumbaron, 800 casas resultaron destruidas y más de 1.000 personas heridas», dijo a la radio estatal irlandesa RTE Ann Mahony, directora regional de la organización Concern.

Funcionarios norcoreanos dijeron que empleados del ferrocarril estaban tratando de zafar dos vagones que llevaban dinamita para tratar de acoplarlos a otro tren. «Tocaron un cable eléctrico que pasaba por encima. La dinamita explotó y esa fue la causa de la explosión», añadió Mahony.