Este joven fue víctima de la paliza y de los citados disparos
después de que el pasado viernes por la noche invitara a varios
niños de entre 8 y 12 años de etnia gitana a refrescos y golosinas
cuando acababa de enviar dinero a su país a través de un locutorio
en el centro de Orihuela.
Entonces, uno de ellos comunicó a sus padres y amigos de la
familia, todos de etnia gitana, que este joven había hecho las
invitaciones a cambio de proposiciones deshonestas.
A continuación, un grupo de entre 15 y 20 personas se dirigió al
lugar con palos y le propinaron una paliza, La policía confirmó que
se trata de una «mala interpretación» por parte de los agresores ya
que las sospechas de que era un pederasta eran «infundadas».
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