El apartamento 109, donde se iniciaron las llamas, presentaba ayer este aspecto. Foto: M. TORRES

J.J.B., la mujer que residía en el apartamento 109 del edificio Plaza de ses Figueretes y que según trascendió ayer fue rescatada de entre las llamas por un agente del Cuerpo Nacional de Policía, vivía una relación tormentosa con su pareja. Ésta manifestó sentirse abandonada por su compañero coincidiendo con la aparición del fuego, un hecho que se sopesa pudo influir de alguna manera en lo ocurrido. Su compañero, al parecer, se fue de la casa momentos antes de que se iniciara el fuego que sobre las nueve de la noche dejó atrapados durante más de una hora a los residentes de las 48 viviendas que hay en el inmueble del numero 9 de la calle Galicia.

Comisaría baraja toda las hipótesis en la investigación que se ha abierto después de profundizarse en la vida de la pareja, dos personas conocidas por la policía que viven en un mundo en el que las drogas no les son ajenas. Según la información recogida ayer por este periódico, la relación de ambos era muy problemática, atribuyéndoseles incluso distintos episodios de malos tratos. J.J.B. fue rescatada inconsciente por un agente de la Policía Nacional que la bajó a la entrada del edificio. Allí se ocupó de ella un vecino del barrio que acudió a prestar auxilio y que la condujo hasta el personal sanitario del 061 que acababa de llegar. El mismo agente rescató seguidamente a un anciano. Este policía tuvo que ser evacuado posteriormente por sus compañeros a Urgencias de Can Misses por la intoxicación de monóxido de carbono que sufrió. La inquilina del 109 manifestó tras recuperarse que todo había sido por una colilla. En los momentos posteriores al incendio se pensó que ésta podía haberse quedado durmiendo mientras veía la televisión.

Sin embargo, los nuevos datos apuntan que también es muy posible la mujer sufriera un ataque , consciente o inconscientemente, provocando ella misma el fuego. La policía, por el momento, no ha encontrado tampoco ningún dato que haga pensar en modo alguno que, en el caso de que el fuego intencionado, éste fuera provocado por otra persona.