La madre de David, Shelahg Holloway, muestra una fotografía de su hijo fallecido.

Los padres de David Holloway, adolescente de 17 años que murió atropellado en la carretera de Sant Antoni, están satisfechos por el anuncio de la mejora integral de la vía. Consideran han ganado su lucha porque, como publicó este periódico, la familia y el parlamentario Mark Tami lograron que el primer ministro, Tony Blair, pidiera a las autoridades españolas la reforma de una carretera que se ha cobrado la vida de una treintena de jóvenes británicos.

La noticia la destacaba ayer la cadena BBC, que daba detalles sobre las mejoras de seguridad del proyecto. «Las autoridades españolas han anunciado un paquete de mejoras de 36 millones de euros para prevenir más accidentes en la carretera de Sant Antoni, como el que mató a David Holloway», señalan las crónicas, que recuerdan que este joven fue atropellado el primer día de sus vacaciones, en septiembre de 2002.

La madre de David, Shelahg Holloway, ha dicho que las reformas le parecen «realmente bien» y que ha conseguido «lo que pretendía». No deseaba que su hijo David «hubiese muerto en vano», dijo a la BBC , y añadió que «es una pena que no se hiciesen las reformas hace tiempo».

Mark Tami, miembro del Parlamento Británico y uno de los ejes de la campaña de apoyo a la familia de David, señaló a que «es terriblemente triste que una mejora como ésta se haya hecho sólo a consecuencia de la muerte de tantos chicos y chicas». El político considera que «se van a salvar muchas vidas con esta mejora, y todo gracias a la insistencia de la familia de David». El parlamentario se muestra «encantado» de que el Reino Unido y los gobernantes españoles «hayan trabajado de manera tan cercana en este tema». Tami envió mensajes de agradecimiento a todos los apoyos, incluido al primer ministro Tony Blair, que intervino personalmente en el caso, instando a las autoridades españolas a mejorar la citada carretera.

La BBC aporta detalles sobre el proyecto como que supone la introducción de carriles dobles en cada dirección, la instalación de barreras para prevenir que los peatones entren en la vía rodada y ocho pasos subterráneos «para que los turistas se puedan mover entre las discotecas sin tener que cruzar la calle».