Un empresario del sector inmobiliario de Eivissa, R.P.A., se enfrenta a tres años de cárcel y al pago de 10.000 euros de indeminización que reclama como condena la representación legal de un supuesto ex trabajador que resultó golpeado después de que éste, disfrazado de mimo, se manifestara durante varios días consecutivos en la puerta de unas oficinas exigiendo el pago de un dinero que consideraba prometido.

El fiscal, por contra, considera que lo ocurrido sólo es merecedor de una multa de 540 euros y de una indemnización de 1.200 euros. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del pasado 22 de mayo en la puerta de las oficinas de una inmobiliaria de la Avenida Bartolomé Roselló. «Monté una huelga porque había vendido dos casas por cien millones de pesetas y no veía el dinero de la comisión. Acababa de poner las pancartas y sentarme cuando se me echó encima», dijo ayer en el juicio la víctima. Su abogado pidió la pena máxima por lesiones no sólo por la cicatriz de un centímetro que quedó en una ceja sino también al argumentar que existe un agravante por la minusvalía por enfermedad que sufre dicha persona.