«Le pregunté dónde estaba el dinero y al decirme que se lo había
gastado empezamos a discutir. Fue entonces cuando se me subió el
alcohol. Toda la cabeza me daba vueltas. No me acuerdo ya de nada
más. Cuando me desperté lo vi todo manchado de sangre y me
asusté».
Así relató H.B., el vecino argelino de ses Figueretes acusado de
intentar matar con unas tijeras a su compañera sentimental el 22 de
julio de 2003, lo que ocurrió en el piso de la calle Formentera que
ambos compartían.«Nunca quise matarla», añadió tajantemente.
El sospechoso, con 48 antecedentes policiales y 22 identidades
conocidas, fue juzgado la pasada tarde por la Audiencia Provincial
y se sentó en el banquillo enfrentándose a 14 años de cárcel por
tentativa de asesinato. Se da la coincidencia que como testigo de
la defensa compareció el militar argelino que en 1998 pidió asilo
en Eivissa tras huir de su país y aterrizar en el aeropuerto con un
helicóptero del ejército.
La mujer que recibió más de diez puñaladas en la citada
madrugada no sólo ha perdonado al presunto agresor sino que, ayer
tarde, ante el tribunal, manifestó lo siguiente: «Si estuviera en
libertad seguiría viviendo con él». La víctima, además, aseguró que
no le tenía ningún miedo y que ambos tenían previsto casarse
después de tres años de una relación normal. H.B., sin embargo,
contaba con una orden judicial en abril de 2003 que le impedía
acercarse a ésta en un espacio de 500 metros. Todo ello, después de
que dicha persona interpusiera una denuncia por malos tratos que
luego retiró.
El último capítulo de violencia doméstica ocurrió sobre las tres
de la madrugada después de que H.B llegara supuestamente muy bebido
a su casa. Éste pidió a su compañera explicaciones de por qué no
cogía el teléfono y sobre el uso que había hecho con 140 euros que
le había entregado.
«Le estuve esperando para cenar. Al entrar en el dormitorio le
dije que cogiera sus ropas y su maleta y que se marchara donde
había estado con sus amigos», señaló la víctima.Ésta, en el juicio,
frente a lo declarado en la instrucción del caso, comentó que no
estaba dormida sino que veía la televisión somnolienta tras haber
tomado un tranquilizante. «Solo noté un dolor en el lado y no sé
tampoco quién lo hizo», afirmó la compañera del acusado.
H.B. explicó que al ver la sangre fue a la calle y pidió que
viniera la policía.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.