La colisión entre dos motos registrada anteayer en el segundo cinturón cuando una de ellas adelantaba a un numeroso grupo de jóvenes activó un amplio operativo de emergencia.

Francisco Javier L.B., de 22 años, y el adolescente de 15 O.C.R., los dos motoristas heridos más graves en el accidente ocurrido anteayer tarde en el segundo cinturón de Eivissa, lograron salir en las últimas horas del estado crítico en el que ingresaron en la Policlínica. Francisco Javier L.B. se hallaba estabilizado tras ser atendido de un traumatismo craneoncefálico. Los médicos también se hallaban a la espera de ver el resultado de la operación a la que fue sometido O.C.R., que entró en Urgencias con la tibia rota e importantes lesiones arteriales en una pierna.

El acompañante del segundo, R.T.M., de 13 años, convalecía también de las distintas fracturas sufridas en un tobillo. El último de los heridos, Cristina M.M., de 21 años y pasajera en la moto de Francisco Javier L.B., a su vez, proseguía su recuperación. Todas las fuentes consultadas coincidieron ayer en confirmar que el grupo de jóvenes implicado en el siniestro forma parte de las pandillas que se reúnen para realizar 'picadas' en el segundo cinturón y en sus alrededores. Varias veces se han levantado voces que apuntan a la necesidad de contar en la isla con un circuito donde los jóvenes motoristas puedan practicar su afición sin poner en peligro sus vidas. En ese sentido, en su día se habló del hipódromo de Sant Jordi como un posible lugar a habilitar para acabar con las carreras incontroladas, como todo el mundo reconoce que sigue habiendo en el segundo cinturón, sobre todo en fin de semana.

Los partidarios de esta iniciativa manifiestan que ello no sólo permitiría regularizar esta actividad sino también aprovechar estas instalaciones para enseñar a los más jóvenes a usar correctamente las motos e impartir con ello lecciones en materia de seguridad vial.