Un cubano que había hecho acopio de 200 éxtasis y que viajó en avión desde Madrid a Eivissa dispuesto a vender en el cierre de una discoteca de Platja den Bossa la droga ha sido uno de los últimos detenidos en los controles que está llevando a cabo la Guardia Civil tanto en los puertos de la isla como en el aeropuerto. Con él ya son cerca de treinta las personas que han sido detenidas en estos dispositivos en lo que va de año. La droga requisada se hubiera vendido en la calle por una valor que bien supera los 400.000 euros.

El trabajo está corriendo a cargo de agentes de la unidad de Especialistas Fiscales del instituto armado, equipo que ha reforzado especialmente en el último año los controles en las entradas de Eivissa. En este sentido, y como ya se informó, una tercera parte de los acusados que van a ser juzgados la próxima semana en Eivissa en la Audiencia Provincial por asuntos de droga eran 'correos' de las redes colombianas. Todos ellos fueron descubiertos en estos dispositivos.

Los agentes de este grupo, sin embargo, no han detenido sólo a personas relacionadas con núcleos de 'narcos' afincados en la isla. Los controles aleatorios también han permitido capturar a personas que venían a la isla dispuestas a pagarse unas 'buenas vacaciones' con la venta de estupefacientes en zonas de menudeo. Según las estadísticas no oficiales que baraja este periódico por la información publicada, fruto de la vigilancia a la llegada de pasajeros se han intervenido en lo que va de año casi tres kilos de cocaína, unos quince de hachís y un número que ronda entre las 1.000 y las 2.000 pastillas de éxtasis.

La Guardia Civil también se incautó de cantidades más pequeñas de otras drogas que también son consumidas. Entre estas aprehensiones figuran pequeñas cantidades de 'maría', 'speed' y LSD.