El hombre que fue detenido anteayer en el colegio de Can Guerxo después de supuestamente protagonizar una pelea con un agente de la Policía Local de Sant Josep que regulaba la entrada en este centro aseguró ayer que ha presentado una denuncia por estos hechos porque se sintió «intimidado». Según su versión, durante la trifulca, ocurrida tras romperse el espejo retrovisor de su coche por el impacto de un autobús, el policía llegó a mostrarle una pistola por tres veces. Dicha persona precisó que nunca le apuntaron con ella. La versión policial es bien distinta. Según ésta, el agente se vio obligado a esposarle después de que el detenido, en presencia de su hijo de diez años, protagonizara un altercado violento tras presuntamente arremeter contra el funcionario municipal.