Los investigadores barajan ahora la posibilidad de que el alemán
que falleció el pasado 27 de agosto en el interior de una casa de
Can Lluís de sa Rota sufriera una grave crisis a consecuencia de un
gran tumor cerebral, aunque se esperan los resultados del estudio
del cerebro del fallecido, que se está analizando en Barcelona. Sin
embargo, otras fuentes médicas valoraron esta posibilidad como
«poco probable» e incluso «fantasiosa».
De esta forma se podrían explicar las extrañas circunstancias de
la muerte de Guido Scheuyens, un empresario de la construcción de
37 años y natural de la ciudad de Moërs, cerca de Düsseldorf. Los
investigadores descartan el asesinato y también que el fallecido
entrara para intentar robar en varias casas de la zona antes de
morir.
Poco antes de fallecer, Scheuyens, que estaba alojado en una
casa de Can Lluís de sa Rota que le habían prestado sus
propietarios, al parecer de nacionalidad estadounidense, había
entrado en otro domicilio, además de la casa en que fue hallado por
la Policía Local de Santa Eulària. Según el relato policial, cuando
llegaron los agentes se lo encontraron completamente ensangrentado
a causa de los cortes que tenía en diversas partes del cuerpo y,
además, estaba expulsando espuma por la boca. En los primeros
momentos se dijo que los cortes se los produjo con los cristales
que rompió en una de las casas y, también, a causa de un
encontronazo que tuvo con unos perros guardianes.
También se valoró en un principio que el empresario alemán, que
es padre de familia, actuara bajo la influencia de algún tipo de
droga o de la mezcla de varias sustancias estupefacientes.
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