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Los dos acusados, un arquitecto y la persona que supuestamente figuraba como encargada de obra, tendrán que comparecer de nuevo en el juzgado el próximo 20 de octubre para volver a sentarse en el banquillo. Ayer lo hicieron ante la responsable del juzgado de lo Penal número 1, Clara Ramírez, quien tuvo que suspender la vista oral que se celebraba por estos hechos ante la imposibilidad de tomar testimonio al inspector de trabajo que realizó el informe.

Ambos se han visto procesados, con penas en juego de hasta ocho meses de prisión más una multa añadida solicitadas por el ministerio fiscal, a raíz de este informe. La inspección que motivó esta causa penal tuvo lugar en marzo del año pasado en el Polígono 26 de Platja den Bossa.

El inspector se fijó concretamente en un edificio que se levantaba en los número 5 y 7 de la calle Pablo Picasso, inmueble que consta de cuatro plantas más sótano, bajo y ático.