La policía española volvió a rechazar el pasado domingo el ingreso en la Península de un ciudadano argentino que tenía intención de viajar a Eivissa porque se sospechaba que se trataba de un inmigrante ilegal y no de un turista, como aseguró el viajero. Al perecer, su destino frustrado era Eivissa y después tenía intención de realizar una gira turística por Italia, según informa la prensa argentina.

El rechazo le tocó a Fernando Gabriel Landro, bonaerense de 32 años. «Ahorré durante un año para realizar este viaje y ahora lo pierdo sólo porque a la policía se le ocurre pedirme una reserva de hotel que no necesito», dijo el afectado a La Nación.

«Tengo dinero encima y pasaje de regreso para el 3 de diciembre, pero no me dejan salir de aquí [de la terminal del aeropuerto madrileño de barajas] y me mandan de regreso a Buenos Aires», denunció Lando en Madrid ante sus compatriotas periodistas del diario La Nación. Tanta era su indiganación que, a diferencia de casos anteriores, Landro se negó a subir al avión de vuelta en el que las autoridades españolas querían enviarlo de regreso a Zurich, su escala previa a la capital española.

«Yo de aquí no me muevo; no hasta que pueda hablar con alguien del consulado argentino», avisó el argentino.

Al conocer estos rechazos, el consulado argentino habilitó una línea telefónica gratuita para facilitar el contacto de ciudadanos de esta nacionalidad que sufran emergencias de este tipo.

Los ciudadanos de la mayor parte de los países latinoamericanos no tienen necesidad de solicitar un visado antes de embarcar con destino a la Unión Europea. De hecho, los latinoamericanos pueden permanecer en los países de la Unión durante tres meses que, en caso de ser necesario, se pueden ampliar a seis. No obstante, el Gobierno español se guarda el derecho a solicitarles la reserva de hotel.