Agentes del Cuerpo Nacional de Policía realizaron ayer por la tarde una inspección rutinaria en una vieja casa abandonada de la Avenida Santa Eulària de Eivissa en la que suelen dormir varias personas y a la que también acostumbran a acudir yonkies para inyectarse.

Los agentes de policía se llevaron a dos de estas personas a la Comisaría, a una de ellas, un ciudadano extranjero, para comprobar su situación migratoria y al otro para comprobar su identidad, ya que durante la inspección no pudo acreditarse. En el momento de la inspección, que los agentes calificaron de «rutinaria» y enmarcaron en el contexto de la lucha contra el grave aumento de la delincuencia que se está registrando esta temporada turística, dentro de la casa había casi una decena de personas. No es la primera vez que los dos cuerpos policiales de Eivissa realizan registros en esta casa abandonada, en cuyas cercanías se produjo la semana pasada un grave incendio en el que ardieron mil metros cuadrados de cañizo de ses Feixes d'es Pratet.