El alemán, de 37 años, murió en el interior de esta casa de Can Lluís de sa Rota. FOTO: VICENÇ FENOLLOSA

Un alemán de 37 años, Guido S., murió ayer en una mansión de Can Lluís de sa Rota, en el municipio de Santa Eulària, tras haber entrado o intentar entrar en otras dos propiedades cercanas y probablemente cuando sufría algún tipo de ataque por circunstancias que la Guardia Civil trata de determinar. Se trata de un capítulo extraño en el contexto de un verano difícil para las fuerzas de seguridad.

De momento, los investigadores no han revelado qué hacía este hombre en el interior de la casa. No se descarta que fuera un intento de robo, pero tampoco que este alemán conociera a los inquilinos o incluso que hubiera convivido con ellos. Esta casa está alquilada por unos norteamericanos, que a la 1'40 horas de la madrugada del martes al miércoles avisaron a la Policía Local de Santa Eulària de que un extraño había forzado la puerta y entrado en su domicilio gritando tres veces en alemán: «¡Te mato!». Acto seguido, entró en el salón y destrozó parte del mobiliario. Después se encerró en una habitación y se provocó varias heridas a consecuencia de los golpes que se dio contra los muebles y otros objetos, según el relato dado por la policía.

Poco antes, el alemán había entrado en otras dos casas cercanas en una zona en la que habitan conocidos empresarios de la isla.

Al parecer, en la segunda casa fue atacado por unos perros pastores alemanes, aunque todo este relato está pendiente de confirmación. Cuando los agentes de la Policía Local de Santa Eulària entraron en la habitación en la que se había encerrado lograron hacerse con el control de la situación. Según el relato de la Policía Local, fue inmovilizado al asistírsele cuando sangraba por muchas partes del cuerpo. Muchas de estas heridas se cree fueron causadas por cristales En esos momentos, según la misma fuente, llegó la Guardia Civil. El alemán murió a los pocos instantes y repentinamente.

«Vimos que estaba rígido y por eso nos dimos cuenta de que había muerto», dijeron desde la Policía Local. Al parecer, erigor mortis se apoderó muy rápido del cadáver.

Al lugar acudió el juez decano, Juan Carlos Torres, a levantar el cadáver. También se dijo que el momento de morir el alemán expulsó espuma por la boca, lo que hizo sospechar que pudiera ser epiléptico, aunque otras hipótesis apuntan a que debido al comportamiento tan extraño e irregular del fallecido éste pudiera estar bajo la influencia de alguna sustancia estupefaciente extraña o, tal vez, por alguna droga común que le afectó de forma extraordinaria.

Las causas del fallecimiento del alemán estaban pendientes de la autopsia, aunque todo apunta a una parada cardiorespiratoria.

En las últimas semanas han ocurrido varios actos violentos en casas de la isla. En algunos casos quedó patente que el robo era el móvil, pero éste último extremo no se ha podido confirmar en este suceso.

Los responsables de la investigación del caso del alemán que murió ayer en extrañas circunstancias en el interior de una casa de Can Lluís de sa Rota han enviado a laboratorios de Barcelona muestras sanguíeneas y de tejido de la víctima para ser analizadas. De esta forma se podrá saber si este hombre, que tenía 37 años, tomó algún tipo de droga poco común que motivara su extraño comportamiento. Des de la Forensía de Eivissa dijo ayer que se estima que los resultados estarán aproximadamente dentro de un mes. En un plazo menor se tendrán los resultados de la autopsia, que arrojará pistas.