EFE-MALAGA
La joven Sonia Carabantes fue estrangulada y recibió varios golpes en la cabeza, dijeron fuentes de la investigación, que creen que más de una persona está implicada en el caso y confían en un rápido esclarecimiento porque los autores «no fueron muy cuidadosos» y dejaron pistas en el lugar.

En el primero de los tres días de luto oficial decretados en Coín, que sigue conmocionado por el suceso, el Gobierno anunció que un equipo de veinte investigadores trabaja en Madrid sobre las pistas obtenidas y subrayó que se han puesto «todos los medios disponibles» para esclarecer este caso en el menor tiempo posible.

A pesar del secreto sumarial, las fuentes consultadas confirmaron que la joven fue fuertemente golpeada, aunque no pudieron precisar si fue agredida sexualmente, a la espera de que los análisis de vagina y útero determinen si hay restos de semen.

Los familiares de Sonia recibieron a mediodía de ayer la confirmación oficial de que el cadáver hallado el martes en Monda correspondía a su hija, tras la autopsia practicada ayer y una vez que la prueba dentaria enviada desde Suiza -donde vivió la joven hasta hace dos años- coincidía con sus piezas dentales. Dos miembros de la Guardia Civil y el alcalde acudieron al domicilio y, tras ser informados, los padres de Sonia tuvieron que recibir asistencia médica al sufrir crisis de ansiedad.

Los investigadores no han cesado de tomar declaración desde que desapareció la menor de 17 años a numerosas personas de la localidad «y el cerco se estrecha entre varios jóvenes varones que viven en las cercanías del pueblo» añadieron las fuentes.

Además, los forenses que han practicado la autopsia han podido extraer numerosos restos del cadáver que, una vez analizados, podrán inculpar a los asesinos y servir como pruebas de cargo en el juicio.

Por otra parte, varios testigos coinciden en que vieron un coche de color blanco «sospechoso» y la Guardia Civil también investiga un modelo concreto de vehículo que no ha sido facilitado para no dificultar las investigaciones.

Las fuentes no descartan que las personas que están siendo investigadas participaran en las labores de búsqueda de Sonia Carabantes durante los seis días que permaneció desaparecida.

El cadáver permanece en el Parque Cementerio de Málaga, a la espera de que la juez encargada del caso autorice su traslado y lo ponga a disposición de sus padres, que permanecen encerrados en su casa de Coín, donde el cordón policial se amplió ayer a toda la calle por la masiva presencia de periodistas.

En el municipio en el que Sonia desapareció hace una semana, de 20.000 habitantes, sus vecinos vivieron con inquietud la primera de las tres jornadas de luto oficial decretadas por el Ayuntamiento por el asesinato de Sonia y muestran su deseo de que la investigación «se resuelva muy rápidamente» con la detención del autor o autores del crimen.

En la plaza del Ayuntamiento las banderas ondean a media asta y en las calles del municipio todavía están instalados algunos carteles con la fotografía de la joven desaparecida y los teléfonos para aportar información sobre su paradero, y algunos de ellos continúan en comercios y en el propio Ayuntamiento.

En el municipio permanecen aún elementos de la reciente feria, que fue visitada por Sonia la noche que desapareció, y en la plaza del Ayuntamiento hay una carpa con farolillos y banderas que no ha sido desmontada por los operarios municipales al haber participado éstos en las labores de búsqueda.

La corporación municipal está acelerando los trámites para que el cuerpo llegue al municipio cuanto antes y ha ofrecido el Consistorio a la familia para instalar la capilla ardiente, aunque en principio está previsto que ésta se ubique en la cercana Iglesia de San Juan.

El obispo de Málaga, Antonio Dorado, se mostró «profundamente consternado por el incomprensible y bárbaro asesinato de Sonia, una joven inocente», en un telegrama enviado a sus familiares, con quienes comparte «el dolor y la indignación por esta acción tan cruel y violenta».