La joven es conducida a una camilla a su llegada ayer al puerto de Eivissa. Fotos: G. ROMANÍ

G. ROMANÍ / J. M. ALONSO
Una joven de nacionalidad española y origen latinoamericano pasó un día -según la Policía Local de Formentera- atrapada en el acantilado de la Mola hasta que, finalmente, fue rescatada gracias a un espectacular despliegue de medios que incluyó helicóptero, lancha, moto acuática y especialistas de montaña. La joven sufrió diversas heridas leves. Encontró refugio en una pequeña oquedad del precipicio -que tiene cerca de cien metros de altura- situada a unos 80 metros de la cima y unos 20 del mar. La chica fue trasladada por la Cruz Roja a Eivissa y fue ingresada en Can Misses.

La alerta sonó cerca de las 15 horas de ayer con una llamada al 112. Algunas versiones aseguran que fueron los trabajadores del Bar es Puig, junto al faro de la Mola, quienes dieron la alerta, al ser informados de que alguien había visto a una chica en apuros en la zona. El 112 solicitó a la moto acuática de la Cruz Roja que se acercara al lugar para comprobar qué estaba sucediendo y los socorristas, tras divisar a la chica, estuvieron tranquilizándola mientras llegaba la embarcación de Salvamento Marítimo, la lancha de los GEAS y la lancha de la Cruz Roja.

En lo alto del acantilado se congregaron agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local, de Protección Civil y dos ambulancias del 061, ya que se ignoraba si había más gente atrapada en la cueva.

Ante la complejidad de la situación, se desplazó desde Palma un helicóptero de la Guardia Civil con personal del Grupo de Rescate e Intervenciones de Montaña (GREIM) que llegó más tarde de lo previsto, ya que cuando se dio el aviso estaban sacando a unos excursionistas heridos en el Torrent de Pareis en Mallorca.

El helicóptero tuvo que realizar cuatro pasadas junto al acantilado para divisar a la chica y, posteriormente, aterrizó junto al acantilado. En primer lugar y haciendo rapebajó un miembro del GREIM que tras situarse encima de la cueva en la que se encontraba la chica solicitó a un miembro de los GEAS que le acercaran hasta otra zona del acantilado una botella de agua para aliviar la sed de la chica.

Después descendió un segundo miembro del GREIM y entre ambos pudieron izar a la chica y después bajarla hasta la lancha de la Cruz Roja, desde donde fue embarcada en el barco de Salvamento Marítimo, que la condujo hasta el puerto de Eivissa. El rescate culminó a las 20 horas, aproximadamente.

La chica aseguró que tiene familia en Eivissa, que pasó toda la noche en el acantilado, que no recuerda nada desde las 23 horas del domingo y que tenía su documentación en una bicicleta aparcada junto al faro, que nunca apareció.