Un turismo marca Volvo S60 destrozó ayer a mediodía la jardinera de
la fachada principal del Ayuntamiento de Santa Eulària. Este
automóvil pertenece a un conductor que padece una minusvalía y está
acondicionado para su conducción.
Al parecer, este hombre aparcó su automóvil cerca de la entrada
del Ayuntamiento, pero no quedó conforme con la maniobra. Le pidió
a una mujer que le ayudara a aparcarlo mejor, que lo acercara más a
la acera.
El Volvo tiene cambio automático de velocidades y, por tanto,
sólo tiene dos pedales, freno y acelerador. El gas lo tiene a la
izquierda y el freno a la derecha.
La mujer, con toda su buena voluntad, aceptó hacer el favor al
conductor habitual del Volvo. Cuando se puso al volante, le pudo la
costumbre y pisó el pedal de la izquierda pensando en embragar y
poner la primera marcha.
Al tratarse del acelerador y de un coche automático, el vehículo
se encabritó y acabó sobre la jardinera y destrozó buena parte de
las plantas.
Sólo fue un susto, pero importante, porque el ruido que causó la
colisión fue espectacular. El alcalde de Santa Eulària tuvo suerte,
Vicent Guasch, porque tiene aparcamiento reservado junto a la
jardinera. Ayer, no estaba el coche de Guasch.
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