S. DEBELIUS / J. M. ALONSO
Los padres del joven David Holloway, que murió atropellado en la carretera de Sant Antoni a finales del pasado verano, ha admitido por fin que la muerte de su hijo fue un accidente que el conductor del autobús que acabó con su vida no pudo evitar.

Los padres de David, apoyados por el parlamentario Mark Tami, emprendieron recientemente una investigación privada para esclarecer las circunstancias que desembocaron en la muerte de su hijo. El resultado de esta investigación ha sido que la muerte fue accidental, tal y como dijo en su momento la justicia española, que señaló que el conductor del autobús no tenía intención de atropellar a nadie y que no pudo hacer nada en el caso de David Holloway porque, sencillamente, no pudo ver al joven.

David, que tenía 19 años cuando murió, estaba demasiado pegado a la parte delantera del autobús cuando éste debía ponerse en marcha y no llevaba ropas reflectantes que ayudaran a verlo. Antes de iniciar esta investigación privada en el Reino Unido, los padres de David dijeron que se sentían «desprotegidos» por la justicia española y Mark Tami advirtió de que tenía intención de intentar elevar el caso al Tribunal Europeo de Estrasburgo, algo que no piensa hacer.

A raíz de las quejas de la familia Holloway, Tami habló de la peligrosidad de la carretera de Sant Antoni en la Cámara de los Comunes. El propio primer ministro, Tony Blair, mostró su preocupación por el tema y pidió a su ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, que pidiera «un esfuerzo» a las autoridades españolas. Recientemente, Madrid respondió afirmativamente a la petición del Govern de que financie la remodelación de esta ruta.