La policía italiana advirtió a la Comisaría de Eivissa de la
presencia de miembros de la camorra napolitana en la isla. De
hecho, cuatro agentes italianos se trasladaron a Eivissa para
trabajar conjuntamente con la policía española con el fin de
localizar a los sospechosos y averiguar qué tipo de actividades
estaban desarrollando en la isla.
La policía italiana tenía identificados a varios de los ahora
detenidos por importantes operaciones de blanqueo de dinero en su
país, entre otros asuntos relacionados con la mafia.
Además, no se descarta que durante las investigaciones que
estaban desarrollando las policías italiana e ibicenca se recibiera
una confidencia de alguna banda británica ya consolidada en la isla
y dedicada al tráfico de cápsulas de éxtasis.
La investigación tocó fondo cuando los agentes siguieron y
localizaron la casa de los sospechosos y observaron una noche cómo
cavaban un agujero bajo un naranjo del huerto de la finca.
Ese golpe de suerte llevó a la policía a toparse con las dos
grandes cajas metálicas en las que los traficantes tenían guardadas
235.000 pastillas de éxtasis, 2.600 gramos en polvo de esta
sustancia y medio kilogramo de cocaína. Aún no se ha revelado la
forma en la que llegó toda esta cantidad de droga a la isla, pero
se sospecha que pudo ser en una embarcación privada. Prácticamente
se descarta la posibilidad de que los presuntos narcotraficantes
introdujeran la droga en un barco de línea regular, ya que el
riesgo de cruzar los controles de la Guardia Civil es demasiado
alto.
Ayer, al cierre de esta edición, aún estaban prestando
declaración los detenidos en el Juzgado de Instrucción número 4 de
Eivissa. El pasado miércoles por la noche comparecieron ante el
juez tres de los 11 de tenidos y ayer el resto. La llegada de los
presuntos narcos al juzgado fue espectacular. Los agentes tomaron
muchas precauciones para evitar cualquier incidente en la puerta de
los juzgados.
En primer lugar, la policía llevo a uno de los supuestos
cabecillas del grupo, que, al parecer, no se llama como se pensó en
un principio. Este presunto jefe de la banda, llamado Vicenzo o
Pietro, llegó en un turismo de alquiler y escoltado por agentes de
paisano del Cuerpo Nacional de Policía. Subieron las escaleras del
juzgado a toda velocidad, y el detenido no se cubrió el rostro.
Después desfiló por los juzgados el resto de los sospechosos,
siete hombres y una mujer, mientras los tres que habían comparecido
el día anterior permanecían en las dependencias de la Comisaría.
Diez de los 11 detenidos son italianos. El otro es español y
residente en la isla, en la localidad de Sant Miquel. Tan sólo uno
de los 11 es mujer. Los agentes también presentaron en los juzgados
las pruebas del presunto delito, es decir, las dos cajas metálicas
con todo este alijo, que según las autoridades es el más importante
de este tipo que se ha intervenido en España. El alijo fue hallado
en una casa de campo ubicada en la carretera que une Eivissa y
Santa Eulària.
La casa está situada en lo alto, en una de las laderas de una
valle, lo que otorgaba a los de tenidos una visión muy amplia del
único camino de acceso a la finca. Anoche, al cierre de esta
edición, aún fantaban detenidos por comparecer ante el juez. Por
tanto, el juzgado tendrá que ampliar el plazo de detención del que
dispone Comisaría.
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