Las relaciones entre los agentes de la Policía Local de Eivissa y
los del Cuerpo Nacional de Policía en la isla no mejoran. Después
del fuerte golpe en el cuello que hace unas semanas propinó un
policía nacional a un agente local, se ha producido un nuevo
incidente igualmente vergonzoso. Ocurrió el pasado sábado en la
Avenida Isidoro Macabich y, al igual que en el caso anterior, sólo
se dispone de la versión de la Policía Local. Ayer, en la Comisaría
del Cuerpo Nacional de Policía, se limitaron a decir que el asunto
está «en fase de investigación» y, además, tampoco señalaron una
fecha para el fin de las pesquisas.
Por tanto, según el relato de la Policía Local, dos de sus
agentes intentaron identificar a un conductor que, al parecer, casi
atropella a tres peatones y que, además, había estacionado su
vehículo en una parada de autobús. «Qué cojones estáis haciendo con
el coche», asegura la Policía Local que dijo M.M.R. cuando vio que
la grúa se iba a llevar el vehículo, «a ver si vais a dar por el
culo a los 200.000 coches que están mal aparcados. Ante esta
actitud, los agentes locales pidieron la documentación a M.M.R.,
que dijo que tenía que ir a casa a por los papeles. Cuando regresó,
lo hizo con su hermana y con su padre, agente del Cuerpo Nacional
de Policía. Según la Policía Local, M.M.R. no llevaba carnet de
conducir y tenía el seguro caducado. Mientras pedían los papeles,
comenzó un forcejeo en el que intervinieron, según los dos agentes
locales que estaban en el lugar, M.M.R., su hermana y su padre, que
en ese momento se identificó como agente de policía. Uno de los
policías locales acabó por el suelo, perdió su placa, tuvo
destrozos en el uniforme y, después, en el centro médico, le
diagnosticaron una fisura en una costilla. «Que se vayan a la
mierda, les voy a dar unas hostias», decía M.M.R. -siempre según la
Policía Local- antes de ser detenido. Durante la refriega también
apareció su madre. Contra estos tres familiares del detenido
(padre, madre y hermana), la Policía Local ha instruido
diligencias. La madre de M.M.R., dicen los agentes municipales,
increpó a la gente que se arremolinó alrededor de los policías.
Durante los forcejeos, relataron los agentes locales, la hermana
del detenido golpeó a un policía con una linterna. Para ayudar a
los dos policías locales llegaron otros tres. En el lugar había
otro testigo, el conductor de la grúa que tenía la misión de
llevarse el coche del detenido, que añadió -según la policía-: «Ya
nos veremos las caras y ya os pillaré sin uniforme».
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