Un miembro del Parlamento Británico está intentado elevar al Tribunal Europeo el juicio por el atropello mortal de un joven galés ocurrido en la carretera Eivissa-Sant Antoni en septiembre del año pasado. El parlamentario Mark Tami quiere llevar el caso a la más alta instancia judicial europea «para que se haga justicia», según dijo a la BBC. Tami actúa a petición de la familia del fallecido, David Holloway, un joven de 17 años que murió aplastado bajo las ruedas de un autobús.

La familia de David asegura que se siente «abandonada por el sistema judicial español», ya que recientemente, según los padres del joven, un tribunal sentenció que el conductor del autobús no pudo hacer nada para evitar el atropello. «Nosotros llevamos al conductor a juicio y el veredicto fue no culpable, porque el juez consideró que el conductor no tenía intención de atropellar a nadie y porque David no llevaba luces reflectantes en sus ropas», dijo el padre del joven muerto.

Los hechos ocurrieron el pasado 6 de septiembre de 2002 en el denominado tramo de las discotecas. En el arcén estaba estacionado el autobús, propiedad de una de las discotecas de esta carretera, recogiendo a los jóvenes para llevarles a Sant Antoni. Nada más arrancar, el autobús atropelló al joven y lo mató.

«La policía española consideró que el conductor debería haber visto a David», aseguró Tami. Según este parlamentario, en los últimos años han muerto en esta carretera más de 30 jóvenes británicos. A su juicio, el límite de velocidad de esta carretera (100 kilómetros por hora) debería ser menor, ya que en sus márgenes «hay dos nightclubs con capacidad, entre los dos, para 24.000 personas». Además, dice Tami, la carretera no está suficientemente iluminada.