La avioneta, de un solo motor, chocó contra este edificio y causó una gran explosión y un incendio.

EFE - LOS ANGELES
La alarma antiterrorista sonó de nuevo en Estados Unidos cuando una avioneta se estrelló en Los Angeles contra un edificio de apartamentos. Murieron dos personas, el piloto y un habitante del edificio y al menos 10 personas más del inmueble resultaron heridas a consecuencia de la explosión y el incendio. No obstante, las autoridades estadounidenses descartan que se trate de una atentado.

Un bombero dijo que el cuerpo del piloto se encontró entre los restos de la avioneta, una Beech Bonanza de un motor y con la característica cola en forma de V que había levantado vuelo del cercano aeropuerto de Santa Mónica, indicó el director de Aeronáutica Civil, John Walker.

Siete minutos después del despegue, la torre de control del aeropuerto dio al piloto un cambio de frecuencia para que contactara a un radar de control que le daría la guía de vuelo. Walker dijo que el piloto no se puso en contacto con la estación de radar.

El piloto de la Bonanza no había declarado un plan de vuelo y navegaba bajo las reglas de vuelo visual, añadió el funcionario que también dijo que no tenía más información ni sabía cuántas personas había a bordo de la avioneta. La aeronave atravesó dos pisos y cayó en el estacionamiento de la planta baja, explicaron los bomberos. El jefe de Bomberos de Los Angeles, Bill Bamattre, dijo que un hombre de 25 años había sido llevado en condición crítica al hospital Sinaí, con quemaduras en más del 30 por ciento de su cuerpo. Cinco personas fueron trasladadas con heridas graves a otros hospitales y varias más recibieron asistencia de emergencia y fueron dadas de alta.

Un portavoz de la Policía de Los Angeles indicó que era demasiado pronto para determinar si el siniestro fue el resultado de un acto criminal o un accidente, y que la investigación la llevarán a cabo la Dirección de Aeronáutica Civil y la Junta de Seguridad Nacional del Transporte.

Ayer por la tarde, las autoridades ya descartaban la posibilidad del atentado. Esta última agencia se creó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando cuatro comandos terroristas tomaron el control de aviones y condujeron a tres de ellos a estrellarse en edificios de Nueva York y Washington.

El choque de Los Angeles causó un incendio en el edificio y la policía y los bomberos ayudaron a los residentes a abandonar el inmueble, de unos 14 apartamentos. Las autoridades notificaron el suceso al Departamento de Seguridad Nacional en el marco de los protocolos elaborados desde de los ataques terroristas de 2001.