Los bomberos necesitaron ayer más de una hora para poder recuperar el cuerpo de un hombre de unos 50 años de edad cuyo cadáver fue encontrado despeñado en el baluarte de Santa Llúcia. La policía y el juzgado realizaron en los minutos siguientes las primeras investigaciones sobre este hechos pero ninguno de los indicios recogidos tras el salvamento evidenciaron dato alguna que pudiera sustentar que en la muerte de dicha persona hubiera circunstancia criminal alguna. Más bien todo apuntaba a una causa accidental. El cuerpo de la víctima, un ibicenco vecino del término municipal de Santa Eulària que,según las fuentes, sufría problemas de depresión, fue descubierto sobre la 13.15 horas de la tarde por un empleado de Cespa que realizaba tareas de barrido y limpieza en el citado baluarte. Dicha persona se asomó por la muralla que da la mar y vio el cadáver unos 15 metros más abajo depositado entre la vegetación.

Todo apunta a que el suceso tuvo lugar pocas horas antes. Agentes de la Policía local y de Comisaría acordonaron la zona mientras los bomberos izaban el cuerpo de la víctima. Al mismo tiempo, se movilizó una ambulancia del 061 por el improbable hecho de que la persona caída aún estuviera con vida. El responsable del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Eivissa, José Espinosa, ordenó el levantamiento del cadáver pasadas las tres de la tarde después de que el médico forense hubiera realizado sobre el terreno los primeros reconocimientos. Comisaría completa ahora una investigación que iba encaminada a confirmar o no los datos que ya se habían obtenido.