Tras los momentos críticos vividos el pasado jueves en el dique Botafoc, los equipos que trabajan parasalvar el crucero han estabilizado la nave. Foto: M TORRES
«Si el barco llega a inclinarse medio grado más, se hubiera volcado». Esta afirmación es de Miguel Sevilla, jefe del Cuerpo de Bomberos de Eivissa y Formentera, uno de los protagonistas de la operación de salvamento que aún se desarrolla en torno al barco de cruceros «Vistamar», que el pasado jueves dio a estas islas uno de los mayores sustos que se recuerdan. Ayer, los hombres de Miguel Sevilla, completamente cubiertos de grasa, continuaban con los trabajos en el dique de Botafoc, donde aún sigue esta nave de más de 110 metros de eslora. El «Vistamar» zarpó a la medianoche del pasado jueves del puerto de Palma en dirección a Málaga, pero en el estrecho de es Freus colisionó con una seca y el capitán marítimo de las Pitiüses, Jesús Valera, tomó la decisión de remolcarlo hasta el dique de Botafoc, que de esta truculenta manera celebraba su primer mes de vida. Nadie resultó herido, a excepción de un pasajero que se dio un buen golpe en la rodilla, pero a las 11.00 horas de la mañana del pasado jueves se temía seriamente que el barco volcara y acabara hundido.
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