El barco de crucero «Vistamar» se dirigía a Málaga desde Palma cuando colisionó en es Freus contra una roca o una boya y tuvo que ser remolcado hasta el dique de Botafoc. En la imagen inferior, la tripulación abandona el barco.

El único barco de crucero de bandera española, el «Vistamar», consignado por la compañía ibicenca Trascoma, colisionó ayer a las 5.30 horas de la mañana, aproximadamente, contra una boya o contra una roca en el estrecho de es Freus, lo que produjo una vía de agua en estribor que obligó a remolcar la nave hasta el dique de Botafoc, donde desembarcó en perfecto estado todo el pasaje, 162 turistas alemanes y 120 tripulantes de casi una veintena de nacionalidades.

No hubo que lamentar víctimas, tan sólo uno de los pasajeros, un alemán llamado W. Korfer, se quejó de un golpe en la rodilla. Anoche, al cierre de esta edición, se había conseguido tapar la vía de agua y el barco retomaba la verticalidad.

Poco después de la medianoche, el «Vistamar», operado por la compañía Plantours and Partners, zarpaba del puerto de Palma de Mallorca en dirección a Málaga.

El capitán del «Vistamar», Arturo Lorenzo Benavente, que ayer rehusó hacer cualquier tipo de declaración, enfiló proa hacia es Freus y allí, a la altura de la boya d'es Baix des Penjats, según Autoritat Portuària de Balears, se produjo la colisión que causó el desastre. Autoritat Portuària aseguró ayer que la boya está perfectamente señalizada.

Aún no se sabe si el piloto chocó contra una boya o contra una roca. El capitán marítimo de las Pitiüses, Jesús Valera, dijo que no conoce lo que pasó y que habrá que esperar a que se depuren responsabilidades. Valera destacó el «gran trabajo» que realizaron todos los eqiupos y celebró que no se produjeran heridos.

El «Vistamar» fue remolcado hasta el dique de Botafoc, que ayer cumplió un mes, y los pasajeros fueron desembarcados. Servicios subacuáticos contratados por la empresa Dragados, que participó en la Unión Temporal de Empresas que construye el dique, se encargaron de buscar la vía de agua y taponarla con masilla, pero hasta pasadas las 14.00 horas no fue posible sellar completamnete ña entrada de agua.

La inclinación del barco casi alcanzó los 30 grados a las 11.00 horas de la mañana. Los bomberos del Consell d'Eivissa i Formentera achicaban agua mientras desembarcaba la tripulación, pero según los servicios subacuáticos entraba en el casco más agua de la que las bombas eran capaces de eliminar.

Varios miembros de la tripulación que prefieren guardar el anonimato aseguraron que el año pasado, en un crucero por la Antártida, este mismo barco, también capitaneado por Arturo Lorenzo Benavente, chocó contra un iceberg y originó un problema similar al de ayer, un punto que fue imposible corroborar con el capitán.

Algunos miembros de la tripulación, cuyos mandos son de nacionalidad española pero en su mayoría está formada por centroamericanos, filipinos, rumanos, búlgaros y croatas, estallaron en lágrimas al tocar tierra, cerca de las 11.00 horas de la mañana, tras una tensión de varias horas en una barco que amenazaba con zozobrar.

Ni la compañía consigntaria Trascoma, que ha trabajado con el «Vistamar» en ocasiones anteriores, ni Capitanía Marítima de las Pitiüses, ni Autoritat Portuària de Balears supieron decir ayer por qué el capitán del «Vistamar» eligió la ruta de es Freus para navegar de Palma a Málaga. Hubo momentos, cerca del mediodía, en que se llegó a pensar que el barco acabaría sumergido, dada la imposibilidad de tapar en su totalidad la vía de agua.