Según Salinas, su oficina ha recibido muchas denuncias de personas a quienes robaron la tarjeta de crédito y después fue utilizada en bares, restaurantes o discotecas. Además, con el calor también ha llegado el timo del butano, un año más. Se trata de empresas legales con permiso de la Comunidad Autónoma.

Supuestos técnicos acuden a un domicilio explicando que van a hacer una revisión del sistema del butano. Dicen que es necesario cambiar la goma y las abrazaderas y cobran por el trabajo 60 ó 70 euros. Ayer mismo, en Sant Josep se produjo este timo, que le costó a la víctima 43 euros.

«Lo peor», apuntó Carlos Salinas, «es que la persona ha sido timada y encima no tiene pasada la revisión». Al tratarse de empresas legales, «el engaño consiste en que amparándose en que son los encargados de la seguridad del sistema de butano hacen trabajos que en realidad no se necesitan». Otro timo que ha aumentado este mes, pero que lleva produciéndose todo el año, es el del 906. esta vez las denuncias provienen de Santa Eulària y Sant Carles. Se trata de clientes de Telefónica que un mes encuentran inflada su factura por llamadas a números 906 que no han realizado.

Se sospecha que los autores del timo intervienen los cajetines telefónicos, pero también es posible que lo hagan a través de Internet.

Al parecer, según explicó Salinas, es muy fácil acceder a los cajetines que la empresa Telefónica tiene instalados en determinados lugares. «Sirve con una llave que se puede fabricar en cualquier tienda especializada en copiar llaves», dijo el representante de la UCE en Eivissa y Formentera.

Una vez abierto el cajetín telefónico, sólo hay que tener los conocimientos necesarios para conectar los cables adecuados y conectar un teléfono de mano, marcar y realizar una llamada a cuenta de uno de los números telefónicos que se registran en el cajetín en cuestión. Además, indicó Salinas, una vez realizado el fraude es prácticamente imposible demostrar que el propietario del número no ha realizado las llamadas a los números 906, que tienen un coste muchas veces superior a una conferencia internacional. Para que no evitar el problema, la UCE recomienda que los usuarios avisen a Telefónica que anule la posibilidad de poder realizar llamadas a este tipo de números, que la mayoría son pornográficos.