Los empleados públicos se sumaron ayer a un parón nacional para denunciar la presión laboral que provocan las nuevas vistas. Foto: M. TORRES

Si el Ministerio de Justicia no satisface las reivindicaciones de los funcionarios que se están planteando con motivo de la implantación de los juicios rápidos, éstos no descartan cumplir estrictamente con un horario de trabajo que motivaría cesar su actividad dejando trabajo pendiente.

Las movilizaciones también fueron secundadas ayer en Eivissa para reivindicar un aumento de personal que aligere las cargas derivadas de la implantación de los juicios rápidos. El delegado sindical de CSI-CSIF, Juan Nieto, apuntó que la concentración de quince minutos a la puerta de los juzgados se repetirá durante cuatro días consecutivos. Además del incremento de la plantilla, los manifestantes -alrededor del 70 por ciento del personal afectado, según Nieto- también solicitan un aumento de las retribuciones y que se respeten las jornadas de descanso entre una y otra guardia. El sindicalista comentó que «la falta de personal se está cubriendo con las horas extras que realizan los funcionarios», pero añadió que «con la llegada del verano el servicio se verá desbordando y será imposible afrontarlo».