Las lluvias causaron ayer varios problemas en Eivissa, aunque
afortunadamente la capital no sufrió los desbordamientos
acostumbrados, ya que apenas cayeron 21 litros por metro cuadrado,
según el Centro Territorial en Baleares del Instituto Nacional de
Meteorología (INM). No obstante, la calle Ignasi Wallis y la
Avenida de España sí se convirtieron en una improvisada piscina en
la que los vehículos pasaban a duras penas.
El agua causó un derrumbe considerable en la playa de sa Caleta,
en el municipio de Sant Josep, de forma que ahora es imposible
cruzar de una playa a otra. Una gran roca cayó al mar, muy cerca de
las casetas varadero de los pescadores de la zona. La Policía Local
recomendará al Ayuntamiento de Sant Josep que, una vez que pasen
estas lluvias, una excavadora se encargue de apartar las rocas y la
arena que ahora impiden el paso de una roca a otra.
Según el INM, la borrasca que cubre buena parte del territorio
descargó ayer las lluvias más fuertes, aunque continuará lloviendo
intermitentemente hasta el próximo viernes. Los deslaves y
derrumbes son una constante en la playa de sa Caleta.
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