El submarino se hundió en la costa este de China con 70 personas en su interior.

EFE - PEKIN
Todos los tripulantes del submarino chino naufragado en la costa oriental de la República China «fallecieron», según la agencia estatal Xinhua. Por tanto, han muerto los 70 marinos y oficiales de la tripulación, víctimas del accidente que se produjo hace unos días. La nota oficial confirma así que no hubo supervivientes en la tripulación que viajaba en el submarino y que zozobró a causa de «un fallo mecánico» aun no especificado.

El submarino accidentado era de tipo convencional, lo que significa que no llevaba armas nucleares. El ex jefe de Estado chino Jiang Zemin, quien ocupa el cargo de presidente de la Comisión Militar Central (CMC, máximo órgano castrense chino), ha enviado el pésame a los familiares de las víctimas.

El submarino pudo ser llevado hasta un puerto de la costa este para su reparación, posiblemente en algún lugar de la provincia de Fujian, región situada frente a las costas de Taiwán. La Comisión Militar Central reconoció que ésta es la mayor tragedia que se produce en un submarino chino en la historia moderna de la República Popular, fundada por Mao Zedong en 1.949. El peor desastre de la Marina China se produjo a mediados de la década de los 80, cuando hubo una explosión en un destructor que navegaba frente a las costas de Taiwán, lo que causó más de 100 muertos. China tiene una flota de 90 submarinos, de los que 60 unidades convencionales y nucleares son de fabricación propia.

Según algunos analistas militares, la flota de submarinos chinos es obsoleta y necesita ser renovada para que el Ejército de Liberación Popular (ELP) alcance las metas marcadas por la CMC. Dentro de los planes de la CMC de renovar su flota de submarinos, Moscú y Pekín mantienen ¡un acuerdo desde 2002 mediante el cual Rusia se compromete a entregar a China siete submarinos «Kilo» antes del 2007. La tragedia del submarino, de la que no se ha informado hasta ayer, supone un duro golpe a la reputación de la CMC, que se había prometido construir a marchas forzadas un Ejército y una Marina dotadas de alta tecnología «para ganar guerras modernas».

El ex presidente Jiang Zemin ordenó recientemente reducir el número de hombres del Ejército de Liberación Popular (ELP) y dotarlo de tecnología punta tras comprobar que los ejércitos tradicionales, como el iraquí (Guerra del Golfo de 1991), no podían sostener un conflicto con una gran potencia.