La víctima puso los hechos en conocimiento del Cuerpo Nacional de Policía.

«El acusado se fue del domicilio de la víctima y, literalmente, lo destrozó, como él mismo reconoció, pintando las paredes, rompiendo espejos, rajando el colchón de la cama y los sofás, rociando de salfumán todo, arrancando muebles de cocina, rompiendo las mamparas del baño, debiendo ser condenado también por delito de daños». Así dice la sentencia dictada por la juez Clara Ramírez de Arellano, responsable del juzgado de lo Penal número 1, y quien este mismo fallo impone una pena de seis meses de cárcel al imputado al considerarle igualmente autor de un delito de amenazas ya que previamente le dijo a su ex compañera, también vecina de Eivissa, que «uno de los dos sobra en la isla». Por los daños, igualmente, tendrá que pagar una multa de 450 euros, además de una indemnización de mil euros por los males morales.

Los hechos tuvieron lugar a las nueve de la noche del pasado mes de octubre en una vivienda de Eivissa después de que el sospechoso, al parecer bebido, llamara por teléfono a su ex pareja, refugiada en casa de una amiga. La jueza valora que la víctima, independientemente de que el acusado asegurara que sus palabras fueron malentendidas porque sólo quería referirse a que «el que sobraba era él», se sintió atemorizada al escuchar lo que le decía su ex compañero por teléfono. «En este caso, cuando se dice que 'uno de los dos sobra en la isla', en el sentir común se entiende como una amenaza de muerte, un ataque a la integridad corporal», se explica en la sentencia. Asimismo se añade que estas amenazas tienen un mayor valor en «un contexto poco propicio» como es el estado en que se desarrolla la relación en la pareja. La propia sentencia recoge que el acusado no deseaba la ruptura y que su comportamiento en los últimos tiempos (según señaló la mujer) era agresivo, circunstancia agravada porque éste consumía alcohol y cocaína causas finales de la separación. Éste, sin embargo, pidió disculpas cuando la amiga de su ex pareja tomó el teléfono. Dicha persona reconoció este hecho pero también dijo que la víctima se había puesto muy nerviosa.