EFE - ANKARA
Un total de 118 personas murieron y otras 503 resultaron heridas a causa del terremoto que el jueves pasado sacudió la provincia de Bingol, en el sureste de Turquía, anunció ayer el Centro de Crisis, creado por el Gobierno en la zona afectada. La fuente no descartó que el número de víctimas suba, ya que al menos 67 niños permanecen aún bajo los escombros de su escuela en la zona de Celtiksuyu, derrumbada por el terremoto. Los equipos de rescate han sacado, durante la noche del jueves al viernes, a siete niños con vida de entre las ruinas, y ayer por la tarde a uno más, mientras continúan sus operaciones en búsqueda de otros supervivientes entre los escombros de la escuela.

El Centro de Crisis cifró en 88 el número de niños rescatados con vida hasta el momento. Explicó que un total de 54 personas murieron en el centro de Bingol, 34 en Celtiksuyu y 26 en varias aldeas de la provincia a raíz del terremoto de 6,4 grados que sacudió la zona la madrugada del jueves. Mientras tanto, el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, anunció la suspensión del jefe de la Policía en Bingol tras los enfrentamientos de esta mañana entre fuerzas de seguridad y miles de personas que protestaban contra el Gobierno.

Varias personas resultaron heridas, entre ellas dos policías y tres periodistas, cuando las fuerzas de seguridad dispararon al aire y utilizaron palos y agua a presión para dispersar a miles de damnificados por el terremoto. Los manifestantes arrojaron piedras contra la policía y destruyeron vidrios de numerosas tiendas.