El presunto autor del navajazo huyó en este Wolkswagen Golf rojo que ha confiscado la Policía Local. FOTO: V. FENOLLOSA

Noche sangrienta en la puerta del Pachá. Por un lado, dos españoles de Barcelona y, por el otro, un español y un italiano. Se lían a golpes y, al final, el italiano acaba en el hospital de Can Misses con una herida profunda en el intestino que, afortunadamente para él, no produce en sus vísceras lesiones mortales. Sin embargo, el que hundió la navaja en el cuerpo de Antonio G., de 30 años, podría ser acusado de intento de asesinato.

8.00 de la mañana del 1 de mayo. Riña tumultuaria típica: cuatro personas discuten y acaban a golpes en la puerta de la discoteca. Más típico, imposible. La Policía Local de Eivissa envía a cuatro agentes. El italiano ya está sangrando y los dos españoles han desaparecido en un Wolkswagen Golf rojo. Justo antes de que llegue la policía, varios testigos se quedan pasmados por los intentos del conductor del Volkswagen para atropellar al acompañante del italiano, que sigue sangrando. Huyen en dirección a la playa, pero vuelven. Los agentes municipales detienen el vehículo cuando regresa de Talamanca hacia la discoteca, a unos 200 metros de donde sangra el italiano.

Les sacan del coche. Uno de ellos lleva una navaja que los agentes describen como muy grande. También llevan mucho dinero encima. El coche de la policía enfila con dos detenidos hacia la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y la ambulancia llega a Can Misses con el herido y otro de los protagonistas de la pelea, que ha sufrido algunos golpes y no presenta gravedad.