Un hombre supuestamente asesinó el jueves por la noche a su hija de siete años y después se quitó la vida en la localidad madrileña de Arroyomolinos, informaron fuentes de la Guardia Civil. El suceso, conocido ayer, ocurrió sobre las 23.00 en el domicilio del padre, sito en el número 53 de la calle Toledo de ese municipio, cuando el padre, que estaba separado de su mujer, primero disparó contra su hija y luego se pegó un tiro.

Los cadáveres de la niña, de 7 años, y de su padre, hallados anoche en la vivienda unifamiliar, se encontraban en el salón y junto a ellos, el revólver con el que se hicieron los disparos. Así lo confirmaron fuentes de la investigación, que precisaron que en la misma estancia se encontró el cadáver de un perro, que también recibió varios tiros. Por el momento no ha trascendido el número de disparos efectuados, ni el lugar exacto donde se encontró el arma, que se ha enviado al servicio de balística de la Guardia Civil para su análisis. Los cadáveres fueron trasladados a dependencias forenses, donde se les practicará la autopsia.

Una vecina del supuesto parricida aseguró que padre e hija «sentían adoración el uno por el otro», mientras que según algunos vecinos, el padre, cuya identidad corresponde a las iniciales F.R., taxista de profesión y de unos 40 años, «estaba en tratamiento psiquiátrico por depresión».

Según el testimonio de Anabel, vecina y amiga de la hermana del supuesto parricida, el padre de la niña tenía que haberla devuelto el jueves a su madre, quien, alertada de que no hubiera ocurrido así, ya entrada la noche, alertó a la Policía Local de Arroyomolinos y a su ex cuñada, residente en el municipio.