Las tres chicas, con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años
de edad, lograron salir airosas pese a que la casa se encontraba
completamente anegada de humo cuando los agentes de la Policía
Local de Eivissa que intervenía en un tercer piso del número 22 de
la calle Aubarca de Can Misses se las ingeniaron para entrar en la
vivienda siniestrada. Las propias menores relataron que lo ocurrido
se debía a un arrebato de su madre después de que se hubiera
'rebotado' con ellas. La mujer, de 35 años y natural de Granada,
quedó detenida y tras pasar a disposición judicial, al parecer, fue
puesta en libertad.
Todo ocurrió en la tarde del pasado Jueves Santo. Varios vecinos
avisaron a la policía al descubrir que salía mucho humo por la
ventana de una cocina del inmueble anteriormente citado. La alarma
fue aún mayor cuando nadie respondía en el interior del domicilio a
las repetidas llamadas que realizaron los agentes, avisos que se
hacían sabiéndose que en ese momento había personas dentro. Ante
ello, los policías, mientras venían los bomberos, decidieron no
esperar más y, pese al riesgo físico que suponía por la altura
abordar la entrada a la vivienda, saltaron del balcón de un piso
colindante al afectado. Los policías, una vez en el balcón y con la
corredera de la cocina cerrada, insistieron en sus llamadas pero
éstas tampoco tuvieron respuesta hasta que una mujer salió y,
franqueándoles el paso, les dijo que estaba todo controlado y que
ya no era necesaria su presencia.
Los agentes, sin embargo, tuvieron tiempo en ese intervalo de
ver los múltiples destrozos que había en la casa a la vez que la
existencia de tres menores junto a una mesa donde había libros
quemados. Las adolescentes, de 15, 13 y 12 años, aseguraron que su
madre no les dejaba abrir ni puertas ni ventanas. Tras detenerse a
la mujer, se dio aviso al padre de las chicas para que se ocupara
de ellas.
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