Balears, Tarragona y Alicante fueron las provincias españolas que registraron durante 2002 las mayores tasas de delitos por cada mil habitantes, con unos índices de del 55,45, 45,95 y 45,84 por mil, respectivamente. Además de las tres provincias ya citadas, destaca la proporción de delitos registrada en Ceuta (55,73 por mil), la mayor de España, siete puntos por encima de la de Melilla (47,45). Según la respuesta del Gobierno, Lleida, con un 0,29 por mil, y Girona, con el 1,56, fueron las provincias con un menor índice de delincuencia, aunque estos datos habría que añadirles los recogidos por la Policía Autonómica. Soria (7,38 por mil), Teruel (9,0), Salamanca (9,15), Palencia (9,58) y Lugo (9,91) fueron las provincias con menor tasa de delitos conocidos durante 2002.