Juan Miguel T.G., un joven de unos veinte años de edad natural de Santa Eulària, se enfrenta a once años y medio de cárcel por sendas acusaciones de tráfico de drogas y lesiones. El fiscal pide la misma pena para el colombiano que fue detenido con él en la tarde del pasado 17 de julio cuando ambos se enzarzaron supuestamente en una pelea que terminó a cuchilladas y pedradas al no llegarse a un acuerdo en una operación de compraventa de cocaína que se realizaba en un pozo junto a la rotonda de Sant Carles.

Todo indica que comprador y vendedor no se pusieron de acuerdo a la hora de cerrar un trato en el que la mercancía objeto de la operación era un paquete con cerca de 300 gramos de cocaína. Analíticas posteriores han demostrado que la droga no tenía una pureza importante. El fiscal pide a cada uno de ellos siete años y medio por el delito de tráfico de drogas y otros cuatros por las lesiones que se cree se causaron mutuamente. El joven de Santa Eulària y el colombiano Freddy P., éste último supuestamente recién llegado de Madrid, no confiaron presuntamente el uno en el otro y todo terminó en una reyerta que causó la alarma en la zona. Al principio se creía que todo había sido debido a una discusión de tráfico.

La Policía Local y la Guardia Civil, a su llegada, se encontraron con dos personas malheridas y con un buen fajo de billetes (entre los 1.000 y los 2.000 euros) manchados por completo de sangre. Aparte se hallaron tres trozos de cocaína en roca. Juan Miguel T.G. presentaba, como lesiones más graves, una herida en la cabeza supuestamente causada con una piedra y el sudamericano Freddy P. una puñalada en la espalda en una zona cercana a un pulmón. Las fuerzas policiales encontraron tras su intervención entre la maleza el cuchillo que se empleó en el ataque. La investigación no pudo dilucidar con claridad quién era el supuesto vendedor y quién el supuesto comprador. Juan Miguel T.G., un joven sin antecedentes pero 'problemático, quedó libre a los dos días tras pagar una fianza de 12.000 euros.