La prostituta que dijo haber huido trabajaba en La Tortuga de Talamanca.

El juez se ha visto obligado a dar carpetazo a la investigación que existía sobre una presunta mafia rumana relacionada con el supuesto secuestro de dos ecuatorianos que quisieron proteger a una prostituta el pasado verano después de que durante la fase de instrucción no comparecieran ni las víctimas ni los principales testigos del caso. Ante ello, los tres sospechosos que se detuvo en una operación policial que valió para abortar en pleno Paseo Marítimo de Eivissa el canje de los dos raptados por la prostituta o 10.000 euros han quedado libre de cargo alguno.

La tres rumanos capturados, todos ellos encarcelados posteriormente tras pasar a disposición judicial, fueron atrapados por la policía al caer en la trampa que se les tendió después de que hubieran metido a las dos víctimas en el maletero del coche. Uno de los afectados era el hermano de un ecuatoriano que había ayudado a una prostituta de la que se había enamorado y que le había pedido su colaboración para poder 'liberarse' de la red a la que le pertenecía. La otra víctima era un simple amigo del anterior.

Ninguno de ellos apareció a declarar pese a los repetidos requerimientos que se hicieron durante la fase de investigación judicial que llevó a cabo el juzgado de Instrucción número 5. Los mismo ocurrió con otros testigos que se consideraban importantes y los que sí dieron su versión de los hechos apenas pudieron aportar algún dato concluyente, según lo averiguado por este periódico.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de junio cuando, al parecer, la propia prostituta y otro sudamericano se presentaron en Comisaría para relatar que una 'mafia' amenazaba con matar a dos hombres si la chica no volvía a ellos. En esos momentos, la mujer trabajaba en 'La Tortuga'. La dirección del centro, por su parte, explicó a este periódico en su día que no tenía nada que ver con lo ocurrido. La chica, en su denuncia, luego no ratificada en el juzgado, aseguró que la red le había retenido el pasaporte y que lo pudo recuperar cuando se lo dieron porque creían que iba a haber una redada en el local.