EFE-SEUL
El presunto autor del incendio provocado en el metro de Daegu ayer, catástrofe que ha causado oficialmente por el momento 125 muertos, ha confesado que prendió el fuego «para morir en compañía de otras personas», informó la policía.

En sus primeras declaraciones a la policía, Kim Dae Hwan, de 56 años, que también tuvo que ser hospitalizado debido a las quemaduras de segundo grado que sufrió, dijo haber comprado el combustible en una gasolinera antes de subir al metro. Kim admitió ante los inspectores policiales que prendió fuego a los dos recipientes plásticos con gasolina que llevaba consigo porque quería suicidarse.

«Pensé que era mejor morir con otras personas que sólo», dijo a la policía el presunto pirómano, que cuenta con un historial médico de desequilibrios mentales desde que sufrió una parálisis cerebral. Numerosos testigos que sobrevivieron a la catástrofe dijeron a las televisiones locales que vieron al presunto autor jugando repetidamente con un mechero, e incluso fue reprendido por un viajero para que dejara de hacerlo.

La cifra de víctimas puede crecer notablemente por la gravedad de los heridos, que sufren quemaduras e intoxicación por gases tóxicos, y por la existencia de otras 320 personas que se dan por desaparecidas. La tarea de recuperación de los cuerpos, así como las dificultades de identificación son complicadas al encontrarse los cadáveres calcinados en el interior de los vagones .